Cuando comenzó a formarse el sistema solar (y la Luna), había materia distribuida por todo el Universo. Debido a la fuerza de la gravedad, se fue colapsando dicha materia, formándose los planetas y la Luna. Una vez que se enfrió (formó) la Luna, seguían muchísimos meteoritos en el sistema solar, dichos meteoritos se chocaban con la Luna constantemente, formando los cráteres. La mayoría de los cráteres se formaron en aquella época, después se han formado menos debido a que los meteritos al seguir una trayectoria hiperbólica se fueron separando del centro del sistema solar y la probabilidad de chocar con la superficie Lunar disminuyó.
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— Fátima López Martinez